domingo, 1 de julio de 2012

Óliver Torres, elegancia colchonera

Los Domínguez, Kokes, Bastón, etc pronto tendrán un nuevo compañero de travesía. Un jovencísimo talento capaz de llegar a lo más alto en muy poco tiempo.

Estamos hablando de Óliver Torres Muñoz, que nacío el en la cacereña localidad de Navalmoral de la Mata el 10/11/1994.

Ya de bien pequeño, empezó a jugar en el equipo de su pueblo, y dado que empezaba a despuntar, y sabedor de las pocas oportunidades que hubiera disfrutado si se hubiera quedado, a los 10 años cogió las maletas y aprovechó la oportunidad que le brindó la Fundación Marcet, y se desplazó a Barcelona para realizar un campus de verano. Óliver lo hizó bien, y decidió quedarse un año con ellos.

Fué un año muy difícil para él. Era demasiado joven como para estar alejado de su família y al cabo de un año volvió a su localidad natal.

A los 13 años, hizo las pruebas en el Atlético de Madrid, y junto a sus padres, decidieron firmar un contrato para entrar en la cantera colchonera. Era una buena oportunidad y seguían cerca de su familia y amigos.

Lo cierto es que los principios no fueron fáciles para él. Su escueto físico hacían preveer que nunca llegaría a ser profesional, pero sus padres rápidamente lo llevaron al endocrino, que les dijo que no tenían por que preocuparse, ya que tendría un crecimiento de lo más normal.

Pese a no tener esos inicios fáciles, Óliver empezó a coger confianza en los infantiles y cadetes del Atlético y lo cierto que ahora, 5 años después de de aquella prueba, es sin duda el jugador con más y mayor proyección de una cantera realmente prolífera, y amo y señor del Juvenil que compite en División de Honor.
Óliver es un talentoso mediapunta, con la creatividad suficiente para dar el último pase y también de llevar la manija y el tempo de juego del equipo, y es que a pesar de su corta edad posee una gran capacidad de mando y sabe leer el juego en cada momento del partido. Es un jugador muy técnico, con un más que preciso pase en corto y un admirable desplazamiento en largo. Le gusta correr con el balón cuando es posible y lo hace de una manera propia de los mejores jugadores en ese estilo.

Otra de sus cualidades, es el saber esconder el balón en jugadas algo más estáticas, haciendo dislumbrar gestos y detalles muy propios de Xavi Hernández, jugador del FCB y de la selección.

Torres baja hasta posiciones defensivas a recoger el balón (lo necesita tener permanentemente), se gira, lo desplaza y se mueve. Siempre está en constante movimiento tanto con la pelota como sin ella. Sabe encontrar la posición idónea en el centro del campo para recibir y rápidamente soltar la pelota o bien para arrancar con velocidad y descaro hacia la portería contraria.
Elegante con el esférico en los pies, y luchador y sacrificado en la presión, Óliver Torres es un completísimo jugador que pronto empezará a compartir los éxitos del primer equipo colchonero (lo cierto es que ya ha entrenado en varias ocasiones con ellos e incluso ha sido convocado en algún partido de liga por Simeone), y de buen seguro será un ídolo del Vicente Calderón. Por ahora, sigue siendo el líder del juvenil de Óscar Mena y partícipe de la selección sub 19 que jugará el Europeo el próximo Julio en Estonia.

A pesar de que varios equipos de la Premier ya habrían puesto sus ojos en él (fuentes cercanas al equipo informaron que el Manchester Utd sería uno de ellos), la directiva y técnicos del equipo capitalino no van a desprenderse de él, puesto que saben que tiene la calidad y aplomo suficiente como para convertirse en un jugador muy importande dentro de la institución. 




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